domingo, 20 de junio de 2010
Los coches del futuro tienen que ser así vean el video de el Eliica Electric Car VS Porsche 911 Turbo
FISKER KARMA
FISKER Karma 2010
El Fisker Karma es un auténtico laboratorio rodante. Además de su impresionante diseño, lo que más llama la atención es todo el batallón de soluciones tecnológicas que adopta. El motor térmico que monta, colocado en posición central delantera, en un propulsor de gasolina turboalimentado de origen General Motors que rinde 260 CV. Además de este motor, incorpora otros dos eléctricos de 150 kW cada uno (unos 403 CV en total) ubicados cerca de cada una de las ruedas traseras. Por su parte, las baterías de ión-litio de 200 Kilowatios se pueden recargar en una toma de corriente eléctrica convencional. El Fisker Karma cuenta, además, con el sistema de frenada regenerativa, dispositivo a través del cual se capta la energía cinética generada en una frenada o deceleración, se transforma en energía eléctrica y se almacena en la baterías. Éstas, en pos de favorecer al máximo la distribución de pesos del vehículo y, por tanto, su comportamiento, están colocadas en una zona intermedia bajo el piso del coche entre el eje delantero y trasero.
El Fisker Karma tiene dos modos de funcionamiento. En primer lugar, bajo la opción ‘Stealth Mode’, el Karma se impulsa de forma cien por cien eléctricapudiendo recorrer hasta 80 km, con una aceleración de 0 a 100 km/h en seis segundos y una velocidad máxima de 153 km/h. Por otro lado, este deportivo de cuatro plazas también puede funcionar a través de la opción ‘Sport Mode’, en el que el motor de gasolina, las baterías y los motores eléctricos se encargan de mover a esta berlina de cuatro pasajeros. En este modo híbrido, la autonomía aumenta hasta los 483 kilómetros, la aceleración de 0 a 100 km/h también se produce en seis segundos, mientras que la velocidad máxima que se puede alcanzar se sitúa en los 200 km/h.
sábado, 12 de junio de 2010
zenvo st1
No creo que a muchos nos suene la marca Zenvo Automotive, por lo menos, yo es la primera vez que oigo hablar de ella. Se trata de un pequeño fabricante independiente de superdeportivos, afincado en Dinamarca, un país donde los coches llevan un impuesto del 155% de su valor. Si un Chevrolet Matiz te cuesta en la pequeña nación la friolera de 15.000€ no parece el lugar más indicado para los deportivos de altos vuelos. Ello no parece molestar a las nórdicas mentes que han diseñado el espectacular ST1.
Llegado desde el frío, su diseño anguloso está enfocado a la máxima eficacia aerodinámica, así como a conformar un impactante paquete visual. Puestos a sacar inspiraciones y parecidos traídos por los pelos, el frontal me recuerda a un Maserati Gran Turismo del futuro y la zaga a un Nissan GT-R, pero la idea fundamental es resaltar la originalidad y espectacularidad del proyecto. Incluso me atrevería a decir que tiene un excelente balance entre elegancia y brutalidad visual.
El ST1 cuenta con un esquema clásico, motor central y tracción trasera sobre grandes neumáticos y llantas. El propulsor alojado en este coche es quizá más impresionante que su aspecto. Hablamos de un V8 de 7.0 litros de cilindrada, equipado con un sistema de doble sobrealimentación por turbo y compresor, al estilo los motores TSI Twincharger de Volkswagen pero con únicamente la máxima potencia en mente. Nada menos que 1.104 CV de puro músculo combinados con un par rompecuellos de 1.430 Nm.
Al contar con tracción trasera no puede contar con las fulgurantes aceleración de otros competidores con tracción integral pero aún así, los 100 km/h caen en 3.0 segundos justos. La velocidad máxima está autolimitada a 375 km/h, imagino que para prevenir que el coche salga volando o similares. La caja de cambios de esta bestia del asfalto es una caja manual de seis velocidades y el coche emplea en el eje trasero un diferencial autoblocante mecánico.